Después de unos días viviendo en una montaña rusa de emociones y perdiendo el equilibrio por momentos, respiro hondo y lo hago por mí. Estamos acostumbrados a darnos a los demás, en estar para los demás, en escucharles, animarles y aconsejarles. Creo que no hay cosa que disfrute más y que va implícito en míSigue leyendo «Acto de amor»