Sentada en esa plaza y perdida en el mundo escribía en su libreta nada de lo que veía y todo lo que sentía. El tiempo de ocultarse tras ese seudónimo había concluido. Quizás nadie supiera nunca quien era pero se había despojado de todos sus disfraces. Junto a ella alguien dibujaba con un solo lápizSigue leyendo «En una ciudad al sur de Francia…»