
Hace días que quería traer a la luz este tema. Y voy hacerlo dando mi opinión totalmente personal. Podría citar fuentes, autores, pedagogos y maestros de prestigio pero voy a hacerlo desde mi prisma de madre y maestra. Ya saben, una se sienta en el vagón de metro y es todo el tiempo que tiene para escribir.
Muchas veces nos empeñamos en hacerles mejorar a nuestros niños en aquellas cosas que no se les dan bien o no son buenos y dejamos de mejorar aquellas para las que tienen talento. Dejamos de lado sus gustos y les matriculamos en actividades de moda y que les ayudarán a desarrollar otras habilidades que pensamos que son más importantes para su futuro.
Concuerdo en que hay ciertos aprendizajes que si o si tienen que poseer pero hay otros que simplemente jamás les gustarán y ahí están año tras año yendo a mejorar su inteligencia matemática cuando se mueren por coger un pincel y pintar con acuarelas.
Vivimos tan enfocados en el futuro que se nos olvida el presente, lo que necesitan ahora, lo que les gusta o les motiva. Tienen una vida por delante para centrarse y para saber escoger o qué escoger.
Hay muchos tipos de inteligencia y como he prometido no basaré mis argumentos en teorías pero en este mundo todos no seremos ingenieros ni médicos. Aprender a conocer a nuestros niños nos ayudará a ir guiándoles y mantener el equilibrio entre lo que les gusta y lo que necesitan.
La oferta es muy amplia y hay opciones para todos los gustos y necesidades. Como maestra siempre insisto mucho en la importancia de la lectura en los niños. Durante un tiempo muy largo me he peleado con mi Pequeña Campanilla para que leyera lo estrictamente necesario. En su biblioteca de casa hay libros de todos los estilos y temáticas pero ella que empezó a leer muy pronto y tiene una buena comprensión lectora se negaba a hacerlo. Llegué a desesperarme sin saber qué hacer pero una vez más el tiempo ha sido clave para que acabe sucumbiendo a la lectura.
No la estaba mirando, no la observaba lo suficiente. Pero poco a poco me di cuenta que ella amaba las letras escritas y quería contar historias. Lo tuve siempre delante de mis ojos porque con sus Playmobil lleva años inventando personajes, vidas, sucesos… y al fin comprendí que era mejor fomentar y poner todos los medios a su alcance para que mejorara en algo que se le da bien pero que por encima de todo disfruta.
Y poco a poco a través de la escritura y de crearle su propio blog (conadeaitana.wordpress.com) he ido consiguiendo que de forma paulatina y voluntaria ganen los libros leídos. Hay que perseverar, sentarse a su lado, trabajar a diario pero con su sí el camino es más fácil.
A ambas aún nos quedan muchas historias que contar pero más que aprender y que es la vida si no un constante aprendizaje en todos los ámbitos de la vida.
¡Seguimos!