
A los sedientos de nuevas experiencias, bebed despacio la rutina y disfrutadla.
A los hambrientos de manjares exóticos, saboread el plato de comida caliente.
A los que buscáis el frío, abrigaos antes que el viento congele vuestro calor.
A los que ardéis en el fuego, buscad la sombra que calme vuestras quemaduras.
A los desheredados dad gracias por lo que tenéis porque es más de lo que necesitáis.
A los olvidados no queráis ser recordados por quien no supo conservaos.
A los perdidos id a encontraros y regresad enteros por dentro.
A los solitarios manteneos alejados pero no os perdáis de vosotros mismos.
A los decepcionados empezad a ilusionaros con pequeñas conquistas cada día.
A los excluidos sabed que encajáis en el mundo de muchos y en la vida de otros.
A los enamorados de vivir, del amor, de vuestro trabajo, de amigos, de compañeros, de hijos, hermanos, nietos, tíos y sobrinos…guardad vuestros besos hoy porque mañana cada uno de ellos habrán triplicado su valor.
A los rotos coged cada uno de vuestros pedazos, guardadlos en el bolsillo y dejad que el tiempo encaje cada una de las piezas.
A los que me leéis y suspiráis porque sois o fuisteis alguno de todos ellos sentíos acogidos, abrazados y sonreíd porque ni estuvisteis ni estáis solos.