
Nuestra vida está llena de pequeñas traiciones. A veces las cometemos nosotros y otras dejamos que sean otros las que las cometan ante nuestros ojos. Quizás no sabemos qué hacer, quizás no queremos hacer nada o quizás sea lo que tenga que ser.
Venimos con una serie de compromisos. Algunos de ellos con nosotros mismos y otros los sellamos con otras personas. Todo parece fácil dentro de un plan perfectamente estudiado. Pero los caminos se van llenando de cantos rodados y sin darnos cuenta rompemos nuestros acuerdos.
La fidelidad tiene un precio muy alto. La carne es solo carne, la mente es poder y el corazón no sabe de mentiras. Al principio las traiciones son pequeñas cosas y escasos detalles pero con el tiempo nuestra imagen ya no puede ser contenida en un espejo y es justo ahí cuando salta la alarma y despertamos.
Nos vamos traicionando a nosotros mismos pero al final acabamos traicionando al otro porque no somos capaces de lidiar con lo que somos. Y un día la lluvia sobre nuestra cabeza nos recuerda que no venimos a esto. No venimos a traicionar a nadie y tampoco a nosotros mismos.
Con suerte tienes claridad suficiente para decir “no” pero no la voluntad necesaria. A veces tan perdido y tan ausente del mundo que ni siendo iluminado por la luz de un faro eres capaz de entregarte al destino que tú mismo elegiste.
Cansados, histéricos, desorientados, lastimados y dejados no queremos caminar por la vida. Necesitamos volver a reconectarnos con la matriz quizás de un modo distinto pero con la seguridad de saber que es nuestra tabla de salvación.
Olvidar el miedo, vivir el hoy, perdonar a quien nos traicionó y aceptar que lo hicimos nosotros primero. Dejar apagados los pensamientos que nos aniquilan las esperanzas, caminar hacia delante dejando de traicionarnos a nosotros y poniendo límites al resto.
La próxima vez que vayas a traicionar a alguien recuerda que te traicionas a ti mismo. La próxima vez que te traiciones a ti mismo recuerda que te mereces quererte bien, más, mejor y para siempre.
Espectacular.. tenía que escribir algo, pero ahora no puedo decir más. Tengo que leerlo y releerlo pero par de veces, o millones de veces, para sacar todo el jugo que tiene tu escrito. Enhorabuena
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Muchas gracias!
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