Huele a abril

Huele a abril. Los naranjos empezaron a repartir su aroma a azahar y yo vuelvo a mi niñez. Me refugio en esos recuerdos los días que las horas pesan y mi energía baja. Miro a esa niña de coleta de lado, zapatillas de lona y vaqueros azules e inspiro fuerte. Los que fueron mi todo saben que la primavera me gusta porque es la oportunidad que tenemos para renacer después del invierno.

Ya no soy esa niña pero un poco de su esencia permanece en mí. Me gustan las reuniones sean donde sean con gente querida para echar unas risas pero no encajan conmigo las bromas ni las entrelíneas. Hacen más daño que algunas palabras. Esconden verdad, de esa que quita el aire. No me gustan los silencios que callan gritos ahogados ni las sonrisas que maquillan las lágrimas.

Sé que a veces valemos más por lo que no decimos. Sé que la generosidad hacia el otro es callar lo que sabemos y usar nuestro poder sobre el otro para quererlo sin querer cambiarlo. Sé que las expectativas matan las relaciones sean las que sean y que ser dos no significa dejar de ser uno.

Acepto que mi vida necesita un poco menos de control y más confianza. Y mi cuerpo me advierte a menudo que no puede vivir siempre en situación de alerta. Mi cabeza hierve de pensamientos y sube al Everest de las emociones cada día. Sé que donar a los demás está bien pero preocuparse es ocuparse de lo que no me corresponde y la suplantación es un delito para mi alma.

Llevo algunas semanas aturdida. Las cosas se pusieron serias pero mi risa sale inoportunamente para darle un poco de respiro al día a día. Mi espalda molesta porque se tensa ante la imposibilidad de poder cambiar lo que no me gusta quizás porque no soy capaz de aceptar lo que yo misma elegí.

Huele a abril. El verano se ve lejano. Y aunque te fuiste lejos yo te siento muy cerca. Yo también me alejé porque elegirte es aceptarte sin rebeldía y sabes que a veces me salgo del rebaño. Deja que la primavera florezca en mí y sal a mi encuentro. No se trata de ti si no de mí. Me quieres pero no me necesitas en cambio yo te necesito aunque jamás podré quererte como tú lo haces.

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