Time to say Goodbye

La vida está llena de pequeñas despedidas no sólo de grandes adioses. Cada noche nos despedimos del día vivido y besamos a nuestros amores deseándoles un buen descanso. Aún en los días que el descanso se prevé corto antes de cerrar los ojos hay que archivar lo acontecido para amanecer al día siguiente con energías renovadas.

Tenemos tareas pendientes, flecos sin cerrar y cajones por ordenar pero de algún modo hay que concluir los días dando por bueno lo realizado. No siempre se puede dar el cien por cien y hay que aceptarse tal como somos y estamos. Hay días que no podemos más y dado que las circunstancias que vivimos no van a cambiar solo nos queda replantearnos el cómo las afrontamos.

Las cosas son como son, las personas que nos rodean son las que son y aún no pudiendo elegir sí escogemos el cómo queremos vivir lo que vivimos. Para mí no es fácil aceptar que a veces hacer las cosas bien no es suficiente. Por mucho que queramos cuando hay tormenta lo único que podemos hacer es dejar que pase.

Como decía al principio la vida está llena de pequeñas despedidas. Cuando sostuve a mi Pequeña Campanilla II por primera vez supe que con ella se cerraba mi maternidad pero que también era el final de un duro ciclo. Me costó mucho traerla de vuelta y que sobreviviera a todas las sacudidas que la vida nos daba. Cuando leí aquel informe lleno de etapas y estadios supe que te marcharías y lo tuyo fue una gran despedida. La más dolorosa pero la que más enseñó.

Pero la vida también está llena de bonitas bienvenidas. En los últimos años fueron llegando nuevas amistades de esas que se convierten en familia. Otras se afianzaron y unas pocas quedaron ahí en un bonito recuerdo. Compañeros que se convirtieron en amigos y desconocidos que dejaron de serlo. Hay escenarios que cambiaron, nuevas rutinas y planes para una vida entera.

Dentro de la oscuridad de algunos días la vida nos regala un poquito de luz y solo tenemos que buscar la fuerza en eso que nos la da. Años de terapia hacen que salga a flote cuando siento que la tierra tiembla bajo mis pies. Y luego están esas personas vitamina que nos sostienen los días que se nos hacen cuesta arriba.

No sé qué hice para tener la suerte de estar rodeada de tanta gente buena que me quiere bien y bonito. De tener dos pequeñas campanillas que me vuelven loca y me dan la misma cantidad de amor y de qué tú te hayas parado en mi estantería pudiendo escoger otras opciones. Sabes que no valgo el precio de tu mayor sueño pero también que nos encontramos en el momento que no nos buscábamos y tampoco nos necesitábamos. Y a eso yo lo llamo destino. ¿Seguimos jugando?

Un comentario en “Time to say Goodbye

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: